Antes de entrar en materia y empezar a colgar post sobre osteopatía, nutrición, etc; me gustaría hablaros un poquito sobre mi formación y, sobre todo, porqué elegí esta especialización y no otra.

Siempre he sabido que quería estudiar ciencias de la salud, supongo que el ver la serie “Urgencias” durante mi adolescencia influyó bastante.

De pequeña, quería ser lo que creo que queremos ser todas las niñas del mundo: médico, peluquera o profesora (muy relacionado todo); pero de estas 3 profesiones, la que siguió persistiendo con más fuerza era la de médico.

Me plantee incluso especializarme en cirugía, pero a medida que te vas haciendo mayor, tus decisiones van cambiando. Medicina pasó a un segundo lugar y empecé a plantearme estudiar fisioterapia.

Mi familia siempre ha estado muy vinculada al tema del deporte, ciclismo sobre todo, y creo que eso me animó un poco más a tomar la decisión.

No sería médico o doctora, pero en mis manos, literalmente, estaría el ayudar a las personas a mejorar su salud. Y así fue como decidí ser fisioterapeuta.

Una vez que terminas fisioterapia, pasa un poco como cuando terminas el colegio. Sabes más o menos lo que te gusta, pero no estás 100% seguro.

Yo sabía que quería estudiar también fuera de España y me ofrecieron ir a Amsterdam tras finalizar la carrera y hacer 6 meses de prácticas allí.

Ya tenía experiencia en prácticas en traumatología, neurología infantil, fisioterapia estética, geriátrica, etc; pero es curioso ver la diferencia en la metodología de trabajo en otros países.

Mi jefe estaba especializado en lo que ellos llaman “Manual Therapy” (Terapia Manual o, lo que es lo mismo, Osteopatía). Él estaba formado en el método Kaltenborn que, básicamente se centra en la parte estructural de la osteopatía, las articulaciones.

Yo, por aquel entonces, me dedicaba a dar masajes, hacer estiramientos, corregir a los pacientes al hacer sus ejercicios y poco más; pero los lunes y jueves, mi jefe nos daba una hora de clase y nos explicaba cómo realizar el diagnóstico de distintas articulaciones del cuerpo. No era mi primer contacto con la osteopatía, ya había tenido la asignatura “Terapia Manual Osteopática” en la universidad, y ya me había llamado la atención.

El caso es que, cuando volví de Amsterdam, no tenía muy claro a qué dedicarme porque también me gustaba mucho la fisioterapia neurológica infantil. Y, como no tenía trabajo, aproveché para apuntarme a las dos especialidades a la vez: empecé 1º de Osteopatía y el curso de “Experto Universitario en Psicodiagnóstico y Tratamiento de la Atención Temprana”.

Mi primer trabajo una vez terminados ambos cursos fue en un Centro de Atención Temprana (C.A.T.) haciendo una suplencia de 1 mes. La experiencia me sirvió para darme cuenta de que la formación que me habían dado era insuficiente por completo y me hizo replantearme el seguir por ese camino (es increíble hasta qué punto nos influye el hecho de cómo nos dan una formación para decidir continuar o dejarla por completo).

Por otro lado, seguía formándome en Osteopatía y había comenzado el 2º curso, tras el cual, recibiríamos el título de “Máster en Técnicas Osteopáticas del Aparato Locomotor”.

La verdad es que esto de la Osteopatía me iba gustando cada vez más y empecé a obtener resultados bastante buenos en los pacientes a los que trataba utilizando esta terapia. A medida que iba avanzando en mis estudios y ganaba más experiencia, me di cuenta de que no sólo servía para curar problemas de origen traumatológico, sino que me ayudó a abrir mucho más mi mente y centrarme en buscar el origen de las patologías de mis pacientes, que es lo que realmente busca la Osteopatía.

Por otro lado, como no quería rechazar la idea de trabajar con niños, decidí seguir formándome hasta el final ya que Pediatría no se ve hasta el último año. Y así es como, 6 años después, he terminado mi especialización en Osteopatía. Bueno, aún queda la tesis para obtener el título de Diplomado en Osteopatía (D.O.).

Espero no haberme “enrollado” mucho para explicaros cómo acabé especializándome en Osteopatía.

No dejo de aprender cosas nuevas, tanto yendo a cursos como con mis propios pacientes.

Mi trabajo es algo que me apasiona y creo que eso es lo más importante en nuestra profesión.

No olvidemos nunca que la gente que viene a vernos no se encuentra bien y está poniendo en nuestras manos (y nunca mejor dicho) lo más importante en nuestras vidas: LA SALUD.

María Franco Vital

Fisioterapeuta y C.O. en Osteopatía

Dtra. Técnica de OsteoKids & Adults

Calle Orense, 48, 1ºF, 28020, Madrid

Tlf: 911 727 135 / 618 439 611

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